Cuando nos deberiamos estar ocupando de resaltar nuestras propuestas, de encontrar nuevo caminos para levantar nuestros principios polìticos, tenemos que entretenernos en salvar la casa.
El partido Tierra y Libertad, casi como es su costumbre, tiene que defenderse hasta de sus propios miembros. Ya la traiciòn disfrazada entre las mùltiples divergencias, cobran vida y se suman a la deslealtad de supuestos alidados, que seguramente esperan ser desenmascarados para pulsear fuerzas y lograr seguro derrotarnos. Por supuesto que no pasaràn, pero no hay victoria sin lucha.
Y es en eso que tenemos que concentrarnos, y no hay mejor lucha, como lo dice una frase conocida, que caminos, se hacen al andar... tenemos que activar màs y con mayor eficiencia, dàndole consistencia a nuestro partido, no hay por ahora otra mejor arma, que acudir a cada uno de los leales y con ellos dar el paso siguiente, un partido organizado y serio, para bien de todos.
El paìs espera mucho de sus instituciones, como tambièn de los partidos polìticos, si se atienen a sus responsabilidades sociales y politico-econòmicas.
No importa si el aporte es mìnimo, lo importante es participar. La construcciòn se dà, ya sea con grano de arena, un ladrillo, una bolsa de cemento o cientos de barras de acero. Todo suma, sumemos.
Saludos amigos y amigas de Tierra y Libertad.